Cuidado con el efecto rebote, tras esas dietas
Si decide realizar una dieta o cambiar de hábitos en su alimentación, es mejor que consulte a un experto en nutrición para que le suministre una correcta guía alimenticia.
Al mejorar los hábitos alimenticios o al hacer dietas y bajar esos ‘kilitos’ de más, lo que se desea es mantener el peso ideal.
Pero, ¿por qué a veces tras una dieta se recuperan tan fácil y rápido los kilos perdidos? Esto es conocido como el efecto rebote o ‘yo-yo’, y se presenta cuando la dieta fue muy baja en calorías o se toman algunos tratamientos para bajar rápidamente de peso, y no se mantiene un estilo de alimentación saludable, al contrario, se vuelve al mal consumo de comida.
Así que si desea cambiar el número que muestra su báscula y volver a su talla de hace algún tiempo, es mejor que evite regímenes de comidas que se basen en determinados alimentos o dietas restrictivas de menos de 1200 calorías al día, y peor aún, mantener una vida sedentaria.
La mejor opción es comer de forma sana y equilibrada, realizar alguna actividad física, mínimo una vez a la semana, y consultar al nutricionista para que le guíe con un buen estilo de comida saludable.
El efecto rebote:
Muchas personas deciden hacer dietas, tener restricciones alimenticias e incluso tomar algunos tratamientos con tal de bajar rápidamente de peso, y aunque se obtienen resultados, el problema viene después, cuando se suspende ese método y se tiene un efecto rebote.
De acuerdo con la nutricionista Isabel Gutiérrez Villamizar, lo que causa el efecto rebote es:
*Hacer dietas no guiadas por un nutricionista para bajar de peso.
* No tener una guía alimenticia equilibrada y balanceada de acuerdo con las características individuales como: peso, estatura, edad, o el estilo de vida que se lleva, sedentaria o activa.
*Suprimir comidas o alimentos por un tiempo, por ejemplo solo desayunar y almorzar, pero no cenar; tener una semana de restricción de alimentos y a la siguiente un ritmo de comida desordenado lleno de fritos, harinas o ‘comidas rápidas’. “El cuerpo acumula reservas y cuando no recibe la suficiente alimentación, las utiliza. Para adelgazar no es comer poco, sino comer bien”, afirma Gutiérrez Villamizar.
*Tomar bebidas, pastillas o seguir cualquier tipo de tratamiento ‘ideal’ para reducir peso. “Aunque logrará el objetivo, es posible que se presenta efecto rebote, pues el cuerpo reaccionará ante todo lo que coma, lo convertirá en grasa y volverá a recuperar el peso inicial e incluso más, en muy poco tiempo”.
Cómo evitar el efecto rebote
1 Seguir una dieta de adelgazamiento prescrita y elaborada por un dietista o nutricionista. Esta dieta debe aportarle menos calorías, pero absolutamente todos los nutrientes necesarios, siempre en su justa medida.
2 La pérdida de peso debe ser progresiva. Esto significa que no es en absoluto saludable que una persona pierda peso rápidamente, pues además de ser muy perjudicial para la salud, también se tiende a aumentar peso más rápidamente. La clave está en perder peso poco a poco. La paciencia y la constancia en una dieta son siempre fundamentales.
3 Continúa practicando ejercicio físico. Es vital no solo para mantener el peso perdido dentro de lo que se consideraría como un peso ideal. También es fundamental para disfrutar de una buena salud y un estilo de vida saludable.
4 Después de terminar la dieta sigue con una dieta de mantenimiento. Ayudará a no recuperar el peso perdido. Puede no ser concebida como una dieta en sí misma, ya que basta con elegir siempre productos naturales y bajos en grasas, y consumir sólo las calorías que quema.
Isabel Gutiérrez Villamizar
Nutricionista
“Hay que hacer una dieta guiada por un profesional, de manera individual, acorde con la persona y su antropometría (Estudio de las proporciones y las medidas del cuerpo humano).
Es necesario hacer una historia dietética del paciente, es decir qué come, qué antecedentes de enfermedades existen, los informes patológicos y familiares; esto para prevenir algunas restricciones alimenticias inadecuadas y que puedan afectar su salud.
La dieta no es solo para bajar de peso, se trata de manera integral, se dan recomendaciones nutricionales y una lista de intercambio de alimentos, así nunca presentará el efecto rebote porque tendrá alimentación equilibrada, balanceada y nutritiva, acorde con sus características individuales.
Además de esto se debe adicionar un buen estilo de vida, ejercicios y el consumo suficiente de agua, así no presentará el fenómeno del rebote”.
Consuelo Pardo
Nutricionista
De acuerdo con la experta, el organismo no reconoce que está haciendo dieta, simplemente está sufriendo una situación restrictiva y busca optimizar sus funciones en pro de la supervivencia, lo cual logra a través de ajustes metabólicos y hormonales.
Asegura Padro que una alimentación restrictiva es calificada como una agresión al organismo, pues éste debe cambiar su forma de trabajar para poder enfrentar los cambios.
“Ante la falta de energía, el organismo reacciona compensando esta deficiencia y disminuyendo el músculo (lo consume o gasta), esto tiene un impacto en el metabolismo, que a su vez se suma con el hecho de que posteriormente almacena energía extra en forma de grasas, haciendo más “eficiente” el uso de la energía y mayor almacenamiento de energía en forma de grasas”, agrega.
Y explica que al finalizar la dieta restrictiva se tiene menos músculo para trabajar y un metabolismo lento, lo que permite ahorrar fácilmente la energía en forma de grasa.
“Esto es favorable, ya que son reservas de energía para enfrentar periodos de carencia, muy útiles en situaciones de peligro o emergencia, pero no así para el día a día”, dice la experta.
Además, explica Pardo, las dietas que restringen algún grupo de alimento, generalmente las bajas en carbohidratos, proteínas o grasas, tienen como consecuencia un déficit en el consumo de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
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